domingo, 10 de marzo de 2019

Trastornos de la alimentación



Los problemas con la alimentación se han ido sucediendo durante todos los tiempos. Hace unos años se han visualizado más porque la moda ha sido acusada de fomentar un canon de belleza que no se ha ajustado a la realidad. Sí que es verdad que la imagen de las modelos son irreales y pueden tener una influencia importante, pero no tienen toda la responsabilidad.

Los trastornos alimentarios afectan más a las mujeres. Aunque los hombres están afectados, los casos se manifiestan en menor medida. No por ello, están inmunizados a las "dictaduras" de los canones de belleza. Los chicos también están expuestos a unas pautas que son consideradas mejores que otras y sufren la influencia negativa de cómo deben ser sus cuerpos para ser atractivos.

Todas las enfermedades que conocemos con respecto a los trastornos de la alimentación son las siguientes:

* Anorexia: se caracteriza por limitar o racionalizar la ingesta de alimentos. Se produce una pérdida de peso rápida y se suceden otros síntomas también físicos como psicológicos.

* Bulímia: la ingesta de alimentos se produce mediante atracones y por una posible o no a purga posterior. El uso de laxantes u otros mecanismos para purgase es habitual en esta patología.

* Atracones: esta manera de relacionarse con la comida, normalmente, está relacionada con el malestar psicológico que padece la persona y que se "calma" a través de esta practica.

Es general que las personas que hablen sobre estos temas crean que estos trastornos se relacionen directamente con el sentirse mal físicamente con uno mismo. NO es así. Las personas que padecen y superan los trastornos alimentarios sufren otras patologías que quedan solapadas por la dificultad más visible de la relación con la comida. Depresiones, ansiedades, dificultades en la relación con los demás, problemas familiares y demás son la base de los trastornos.

No con ello, la responsabilidad que tienen ciertas industrias sobre las imágenes que proyectan a nivel publicitario queda excusada. La manera en como se relaciona la delgadez con la elegancia o con ser popular, admirada o feliz es muy directa.

Las etapas más vulnerables de influencia son la adolescencia y la juventud, pero cada vez es más habitual que en niños y niñas más pequeños se aprecien actitudes o deseos de gustar y de control de la ingesta alimentaria.

Las mujeres, como he dicho antes, no son las únicas que se ven afectadas. Los chicos y los hombres adultos también sufren dichos trastornos, pero parecen que pasa desapercibidas tanto para ellos como para la sociedad.

La vigorexia es el trastorno que se caracteriza por el ejercicio excesivo y por el control exagerado de alimentos destinados a aumentar la musculatura. Aunque no está calificado como trastorno alimentario en sí, sí que yo, particularmente, lo calificaría así. ¿Por qué? Existe una necesidad exagerada de ejercerse y un control exhaustivo de los alimentos. Pasa a ser una obsesión que puede afectar a otros ámbitos de la vida de la persona y, por lo tanto, debe ser un trastorno como tal, ya que es muy probable que solape otro trastorno.

Otro trastorno también menos conocido es la ortorexia. Se caracteriza por tener una obsesión por comer sano, hasta el punto de ser algo que va controlando la vida del individuo. Dedicar mucho tiempo a planear la ingesta correcta, examinar los productos y otras prácticas son habituales en las personas con este trastorno.

Por todo ello, en el caso que tengamos o detectemos que alguien está padeciendo estas patologias, debemos ofrecer nuestra ayuda de una manera empática y siempre desde el amor.


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